Flameado

Se aplica este acabado a la inmensa mayoría de los granitos, previamente Aserrados-Mecánicos. Consiste en la aplicación de una llama a una elevada temperatura, con una inclinación de 45º produciendo un shock térmico en los minerales que componen el granito. El resultado obtenido es una superficie rugosa fina, sin alteración de color original y consiguiendo una mayor defensa de alteración química atmosférica.

Abujardado

Es unas de las formas de acabados más antigua. Se lleva a cabo manualmente golpeando repetidamente la piedra con una bujarda de una o dos cabezas de acero con pequeños dientes piramidales, aunque actualmente utilizamos máquinas automáticas de última tecnología. El golpeo de la bujarda sobre la piedra crea una superficie picada, homogénea y con cierta rugosidad al tacto.

Pulido

Se consigue una superficie lisa, plana y brillante con un tono más oscuro que en otros tratamientos superficiales, y sin que aparezca ningún tipo de arañazo o raya. La moderna tecnología permite obtener diferentes intensidades de pulido, desde un acabado mate, hasta un brillo espectacular. Todo ello se consigue solamente frotando con piedra y agua y sin ningún producto artificial o químico. Con este procedimiento se contribuye a dejar una porosidad cerrada, dando al material una gran resistencia frente a las agresiones externas, sobre todo al agua, aceite, ácidos etc.

Aserrado

Es el acabado que proporciona a los tableros, los telares de fleje de acero, que se utilizan para cortar los bloques de granito. Las nuevas tecnologías permiten hoy día ofrecer superficies considerablemente lisas y planas. La piedra queda con un tono claro y mate dejando constancia de su procedencia natural.

Rústico

En este tipo de acabado aparece el granito en su corte natural y apenas tiene retoques.